Mostrando entradas con la etiqueta Sin Gluten. Mostrar todas las entradas
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sábado, 7 de noviembre de 2020

Todavía no se conoce la celiaquía :(

noviembre 07, 2020 0 Comments

 

¡Hola hola! Hace dos años que no escribía por aquí, ya era hora de retomarlo y encima con algo que me sorprende, pero para mal: que en un establecimiento de restauración no sepan qué es un plato apto para celíacos. Vamos, que no tenían ni idea de qué era la celiaquía.

Esto me lo dices hace unos años y lo podría medio entender, pero en el año 2020 que en hostelería no tengan esa información, me parece lamentable. 

Hace unos años salió una ley que decía que era obligatorio informar de los alérgenos. La verdad es que no en todos los sitios ves que en la carta aparezca esta información. No sé si en el establecimiento que nombro al principio también desconocen lo qué es el gluten, ya que la pregunta fue si "había algo apto para celíacos en el local", pero vamos, es importante conocer eso.

Que un plato no tenga gluten directamente no quiere decir que esa comida sea apta para celíacos, *cof cof* contaminación cruzada. Así que en un local no sepan eso a día de hoy, es triste. 

Si estás leyendo esto, me gustaría saber cuánta gente conoces que sea celíaca o que esté en el proceso de saber si lo es. Quizás puede que no las conozcas directamente, pero alguien te haya dicho que X persona que conoce lo es. 

Puede que como ciudadano no te lo hayas encontrado, es posible, pero si tienes un establecimiento que sirves comidas a la gente, que menos que tener esa información. No solo de la celiaquía, sino de otras alergias alimentarias. 

Que no es una enfermedad nueva precisamente, que se habla de ella bastante. Los productos marcados sin gluten están por todas partes.

¿En serio todavía pueden quedar restaurantes que no conozcan esa información? Pues por desgracia, sí. 

¿Has tenido alguna experiencia similar? Me gustaría conocerla 👀

Estaba pensando que a principios de año también me pasó a mí, lo que cuento le pasó a Carlos. Falta más conciencia de estas cosas en restauración. La verdad, es que aunque sea solo conocer la información ya les va a dar plus de clientela. Solo con tener claro que en su local habrá sí o sí contaminación cruzada, ya es un alivio para las personas celíacas, porque la duda es una mierda. 

Si encima pueden, por espacio y medios, tener parte de la carta apta, pues ya genial del todo. Y el sumun de la restauración son ya los locales 100% libres de gluten. Próximamente habrá nuevas entradas sobre sitios a los que poder ir 💜

Esto puede parecer algo "radical", pero en ningún momento estoy pidiendo que TODOS los sitios tengan algo apto para celíacos, sino que al menos conozcan lo que es y te sepan decir que no lo son, claramente y sin dudas. No creo que sea tan difícil 😅

De igual modo, algo tan básico como saber si un plato es ovolactovegetariano, porque todavía hay gente que mete al pescado y al pollo en ese saco. Ya no digo de si un plato es vegano, porque algunas cosas son más complicadas de conocer (hablo de colorantes y conservantes, por ejemplo), pero si trabajas con alimentación, pues que menos que aprender sobre cosas nuevas que te vas a encontrar en las peticiones de los clientes. E insisto, tanto una cosa como otra, nuevas no son. 

Quizás soy un poco hater, puede ser, pero ahí dejo mi reflexión 🙆

lunes, 27 de agosto de 2018

Comer sin gluten en Tommy Mel's: vuelta a los 50

agosto 27, 2018 0 Comments

Hace ya tiempo que vamos al Tommy Mel's, incluso fuera de Zaragoza, porque tenemos la tranquilidad de que el sin gluten lo llevan a rajatabla y tienes una carta fija. No es la mejor opción si piensas en comida saludable, lo sabemos, pero a veces merece la pena arriesgar esa parte y comer con esa calma y seguridad, sin tener que estar preguntando si ese plato lleva gluten y tienen cuidado con la contaminación cruzada. 

Otros aspectos bonicos son la decoración del lugar y lo majos que son los camareros. De normal solemos dejar propina ♥ Estuvimos allí el martes pasado y como justo habían cambiado la carta, pedimos más cosas de lo normal (el hambre era importante) y les hicimos fotos. Me pareció una ocasión ideal para hablar del sitio por aquí. Eso sí, aviso: han subido los precios

Como primeros platos, para compartir, pedimos: 

KALE FRUIT SALAD
"Diseñada especialmente para ti, con kale, espinacas, almendras, rulo de cabra, fresa y tomates cherry. Aliñada con vinagreta de miel y mostaza." 

Precio: 8,95€ 


BACON & CHEESE FRIES
"Nuestras patatas servidas sobre salsa ranch, cubiertas con un irresistible gratinado de quesos y bacon crujiente."

Precio: 7,25€


Las dos cosas nos gustaron mucho, pero casi que por el precio que vale cada plato igual hubiera estado mejor un poco más de cantidad. 


Las hamburguesas, primero la mía y luego la que se pidió mi marido:

TWEETY BURGER
"Pechuga de pollo con mayonesa, lechuga, tomate y cebolla roja."

Precio: 8,25€ (sin patatas)


Siempre me pido la hamburguesa de pollo porque es la que no lleva queso. Como podéis ver, al cambiar la carta, ésta SÍ lleva queso, a pesar de no indicarlo en la carta. Me parece fatal por su parte. Si estás leyendo esto y eres intolerante a la lactosa tenlo en cuenta y pide que no te pongan el queso.





TOMMY MEL'S
"Lechuga batavia, tomate, cebolla roja, pepinillo, cheddar fundido, bacon, cebolla caramelizada y salsa Mel's."

Precio: 8,45€ (sin patatas)


Si os habéis fijado, he indicado los precios sin patatas, pero en los platos HAY PATATAS. No es la primera vez que pedimos hamburguesas single y luego llegan acompañadas. No es algo que hagamos aposta, porque esta vez como ya habíamos comido patatas de primero, no queríamos tantas, pero nos vino bien porque sino nos habríamos quedado con hambre.

Esto lo digo porque luego al cobrar los platos, el precio que pagas es el de la single. He dicho ya al principio que solemos dejar propina, pero es verdad que nunca hemos dicho nada de que nos han cobrado realmente de menos. Creo que la diferencia es alrededor de un euro. Somos unos piratas de la vida, pero oye, que te dejas una buena pasta, porque ahora vienen los postres (que de normal no cogemos).

CARROT CAKE
"Tarta de bizcocho elaborado con zanahorias, crema de queso y avellanas crujientes."

Precio: 4,95€

Como me duele el precio del postre y más porque NO DEBERÍA pedirlo, pero ese día fue el fin de un finde intenso y mira. Si me está leyendo alguien que me conoce, sabrá que esto es raro en mí, pero alguna vez sucede (no debería por el bien de mis bichos intestinales, aunque menuda fiesta se dieron). Lo que es el bizcocho está muy rico, la crema de queso parece leche condensada de lo dulce que está.

Mi marido se pidió un Milkshake classic de Vainilla. No le hice foto pero vamos, es un vaso grande. Curiosamente tampoco tienen foto de esto en la web, así que no puedo poner la suya. Precio: 4,45€

Y como dato final, cada agua vale 1,8€. Vamos, que la factura final sube bastante. De normal preferimos ir al restaurante que está enfrente, que se vendrá la reseña a posterior de esta entrada, ya que es comida más parecida a lo que hacemos en casa y está ♥ pero bueno, como sé que este tipo de sitios tira más al público general, pues aquí tenéis la entrada toda maja ella.

*Gluten free hugs*

jueves, 25 de mayo de 2017

El gluten en boca de todos (metafóricamente hablando)

mayo 25, 2017 0 Comments

Últimamente ha crecido la guerra entre los defensores y detractores de las dietas sin gluten, y nosotros de verdad, que alucinamos un poco. No somos unos radicales con los demás (sí, bueno, es cierto que algún comentario más enfocado hacia el humor hemos hecho), pero por experiencia propia y tras entender cómo se desarrollo todo en nuestro querido sistema digestivo, somos de la opinión de que se debería reducir la cantidad de gluten consumido al día, en general.

Si paras un momento a reflexionar, si miras lo que comes a lo largo del día, si miras la compra de la gente en el supermercado, si miras la carta de un restaurante, etc. hay gluten por todas partes. Decimos gluten para abarcar un amplio espectro en una sola palabra, pero no es el único que da mal.

Total, que en general, ese gluten que se consume es en productos refinados, que seguramente lleven una larga lista de ingredientes que, más que aportar beneficios, perjudican bastante. ¿Realmente comemos pensando en tener de verdad una buena salud? Porque nuestra opinión es que para nada. Es una generalización muy amplia, pero para que se entienda la idea.

Y lo decimos nosotros, que hemos pasado por diversas fases a lo largo de nuestra vida en relación con la comida. Cuando alcanzamos el límite extremo, que solo de pensarlo nos da escalofríos porque ya no se podía ir más allá, empezó la bajada y la cosa fue poco a poco mejorando. En ese camino encontramos la enfermedad, normal, eso no era alimentarse ni era nada, era simplemente un disfrute de vicio puro. 

Gracias a la llamada moda del "sin gluten" despertamos de esa terrible situación. Poco a poco fueron cuadrando los hechos, hasta que llegaron los diagnósticos. ¡Y menuda alegría saber de una vez qué nos estaba sucediendo! Bueno, realmente la punta del iceberg, porque todavía estamos peleando por mejorar nuestra salud más todavía.

Totalmente cierto que empezamos a comprar algunos productos en el pasillo de todo sin gluten. Se fue reduciendo la cosa con el paso del tiempo, aquello no era nada saludable. La lista de ingredientes era todavía más larga y mierdosa. Y lo notábamos: no nos sentaba bien. Pues como te va a sentar bien cualquier cosa después de dejar al pobre sistema digestivo destrozado. 

Había que recuperar su capacidad y esos elementos no ayudaban nada. Así que a lo largo del tiempo fuimos reduciendo eso y también más cosas: otros cereales, pseudocereales y algunos alimentos frescos que eran más irritantes. Más tarde se fueron introduciendo de nuevo. 

La cosa es que, tras una decepción constante con los profesionales médicos, sólo con nuestra aportación de cambios en la alimentación y algún suplemento, nuestra salud no avanzaba lo que debía, faltaba ayuda extra. Y es por eso que, la servidora que está escribiendo este texto, se apuntó a un curso muy chulo y largo para aprender mogollón de cosas al respecto de cómo funciona el cuerpo humano, tan relacionadas con la alimentación.

Tras unos meses, hemos acabado los dos siendo pacientes de la clínica que da el curso. Sobre esa visión de la medicina he leído comentarios nefastos, pero es la que nuestro sentido común nos dice que nos merece la pena. Esto no se soluciona en dos días, queda un largo camino pero ya con una sonrisa de oreja a oreja. 

Por si no conocéis el blog, me parece que Mi dieta cojea hace una gran labor para derribar mitos alimentarios, cosas que realmente hacen mucho daño en la salud de la población. Cierto es que no estamos 100% de acuerdo en algunos detalles, pero una cosa no quita la otra. Nos hizo gracia ver el otro día en un colegio el cartel de desayunos saludables que hicieron. Poco nos faltó para ponernos a bailar en mitad de la calle. Miento, realmente fue solo la que está escribiendo. 

Nos encantó una parte del artículo "¿Por qué nadie se pone de acuerdo en nutrición?" que dice:
En este debate, personalmente me decanto por un consumo ocasional de cereales 100% integrales, así como un consumo opcional de lácteos enteros (a poder ser fermentados). No deben ser ninguno de los grupos la base de la alimentación ni imprescindibles, pero pueden ser buenos complementos de una dieta basada en frutas, verduras y hortalizas. Es un frente todavía abierto pero lo más sensato en este caso parece que es mantenerse fuera de los extremos.
De verdad, nos encantaría que ese pensamiento estuviese mucho más extendido. Pero a nuestro alrededor no vemos más que gluten, más gluten, algo de verdura y fruta, pero muy poca variedad. Quizás nosotros pecamos de excesiva variedad (¿Es posible pecar de ello?), pero no sé, un algo más no es tan difícil, ¿no? 

Si estáis de acuerdo en la idea general os invitamos a fomentar algo de esto. Nosotros vamos a retomar recetas olvidadas para llevar al trabajo, para trastocar las mentes, para ver más allá de la bollería, de los pasteles, de los bombones, etc. cuando hay una celebración por algo, de igual modo que para cualquier otro día.

No sé en vuestro caso, pero en el nuestro lo nombrado arriba es algo habitual. Ver la comida como un premio o un castigo (justamente leíamos esto en Twitter ayer). Nosotros hemos aprendido a amar las verduras, sino que se lo digan a nuestras madres: no éramos precisamente adoradores de sus sabores. 

Cambiar el modo de cocinarlas, crear divertidas recetas, mezclar texturas y sabores, etc. La comida debe ser algo que nos aporte esa "gasolina" necesaria para nuestro cuerpo y que todo funcione bien, pero sin olvidar que nos guste. Si no fomentamos eso, pues normal que se aborrezcan las verduras y se prefieran platos en los que el paladar se pone las botas. 

El tema de esta entrada ya rondaba días en nuestras cabezas, pero hoy leíamos una noticia respecto a las personas con enfermedad celíaca : Se aprueba por unanimidad una moción a favor del colectivo de celiacos en el Senado.

El primer punto, que es impulsar la investigación, me parece genial, pero de verdad falta un cambio importante en la mentalidad de la nutrición y esa bonita pirámide alimentaria. 

La información para profesionales sanitarios, perfecto. La lista de alimentos aptos, vuelvo a decir: basta de fomentar el consumo diario y excesivo de los productos sin gluten. Que está bien alguna cosa, puntualmente o en una época de transición, pero creemos que recomendar comer a diario todo eso, pues como que no... Que además suele ser el pack completo, que parece que sino lo haces cometes sacrilegio o algo. Y menos como comentábamos arriba: bastante irritado está el intestino, sería hora de mimarlo un poco, que ahí está la casi totalidad del sistema inmune.

Lo que sí nos parece un punto muy importante es el de la restauración. Ha mejorado mucho el tema, pero todavía falta. Llegar a un restaurante, preguntar si sirven comida apta para celíacos y que se te queden mirando raro de "¿Y eso qué es?", sigue pasando en 2017. 

Con lo comentado arriba, os podéis imaginar lo que pensamos sobre las ayudas para comprar productos específicos sin gluten. Cierto es que hay cosas que no están tan mal, dentro de lo que cabe, pero hay cada cosa que tela... Sobre este punto moveríamos algo más orientado a las fabricas, porque no veáis lo difícil que es encontrar algunos tipos de cereales, pseudocereales, harinas o ralladuras con la seguridad de que no pueden contener ninguna traza. Daría esa ayuda a las empresas que se comprometan a ello, con el trato de que el producto final para el consumidor no se pase de precio, que al fin y al cabo sería también una ayuda pero enfocada de otra manera.

Y hasta aquí la entrada de hoy. Esperamos actualizar por aquí más a menudo, a poder ser con alguna receta también, que sería hora. ¿Os interesarían también temas más específicos del funcionamiento de nuestro precioso cuerpo? No del nuestro en concreto, sino de los humanos en general y eso. Sería lo más divertido y entretenido posible :) 

Muchas gracias a los que hayáis llegado hasta aquí, por aguantar este hermoso tostón sin gluten ♥

sábado, 29 de octubre de 2016

Comiendo hamburguesas en Cebrián

octubre 29, 2016 1 Comments

Buscando sitio para cenar con unos amigos acabamos en una hamburguesería muy conocida en Zaragoza: Cebrián. No habíamos ido todavía por mi reticencia a ir a los sitios que no indican claramente en su web o redes sociales que tienen opciones sin gluten. La cosa es que leí bastantes opiniones positivas de celíacos que habían comido allí y estaban encantados, así que nos tiramos a la piscina.

No me extraña que estén catalogadas como unas de las mejores hamburguesas de la ciudad. Yo no soy una experta en la materia, así que pregunté a mis amigos y les parecieron muy buenas también. Se nota el mimo que ponen en ellas, en los ingredientes y su calidad. 

Aunque la comida no lo es todo. Me pareció un local muy bonito y acogedor. El diseño de la marca, la presentación y el trato recibido me encantaron. El detalle de ofrecer comida sin gluten con calidad y tener además opciones vegetarianas me parece todo un acierto. 

No hice foto a todo lo que comimos, lo entenderéis más abajo, pero al menos sí a lo primero que nos trajeron. Pedimos una hamburguesa cada uno junto a una ración de patatas para compartir. 

Hamburguesa Guacamole 6,10€ (Guacamole, bacon crujiente, cheddar y salsa Cebrián) - Pan sin gluten
Patatas fritas caseras 4,20€



Hamburguesa Bronx 6,10€ (Cebolla roja plancha, bacon, cheddar, tomate y salsa barbacoa) - Pan sin gluten



Le hice foto también a otra de las hamburguesas de la mesa, la más grande. Así también se puede ver la diferencia entre los panes. 

Hamburguesa American burguer 7,90€ (Doble de cheddar, doble de bacon, huevo, lechuga, tomate, cebolla y salsa Cebrián) - Pan normal


Tanto las patatas, su salsa y las hamburguesas estaban muy buenas. Además, no te sientes tan bicho raro al comer con un pan distinto, porque la hamburguesa te cuesta lo mismo y no se desmiga por todas partes.

A continuación, acostumbrados a comer bastante, pedimos otra para compartir. En este caso fue la Menorquina (Queso de Mahón semicurado, aceitunas negras, chutney de tomate, cebolla roja, rúcula y salsa Cebrián - 6,10€). A mí me das olivas negras y me has ganado. 

Preguntamos si algún postre era apto y nos comentaron que el helado de yogur sí. A Carlos le apetecía un batido, en el Tommy Mel's suele pedir, así que preguntó. Podían hacerle uno de vainilla abriendo la tarrina nueva, así que me animé yo también con otro y llegó el desmadre. Cuesta 3,4€. Nos gustó mucho porque era suave, no notabas que fuera azúcar puro sin más. 

Si queréis ver la carta completa entrad aquí. Si os apetece el añadido de la comida mexicana, también tienen otro restaurante para ello: Jalos. Era mi primera opción pero para el encuentro se prefirió ir a Cebrián

En Jalos hay opción de hamburguesa en plato, por si no os gusta comer con pan, además de que hay más cantidad de carne. En Cebrián la carne es de ternera pero en Jalos puedes elegir también pollo.

Y ya que lo nombro, a pesar de ser fan del Tommy Mel's, después de probar estas hamburguesas creo que tengo un claro ganador. 

Sí, me salté bastante la dieta para la candidiasis, pero oye, bien disfrutado el desliz. 

domingo, 18 de septiembre de 2016

El temido diagnóstico

septiembre 18, 2016 2 Comments

La problemática de una persona con una dieta "normal" a la que se le diagnostica celiaquía es bastante seria. Los cereales con gluten, el trigo especialmente, están muy presentes en la alimentación diaria. El cambio tras el diagnóstico es tan radical que deja a la persona un poco trastocada y sin saber muy bien qué hacer.

Nosotros vivimos este cambio de manera más natural. Las cosas fueron surgiendo al cambiar nuestros hábitos alimenticios para llegar a un estado óptimo de salud, todo ello antes del diagnóstico. Realmente de los dos el que lo tiene de manera oficial es Carlos, pero yo me lo he adjudicado también por la parte que me toca. En principio, me puedo recuperar y retomar mi antigua alimentación, pero sé que no voy a volver a comer "normal" porque he adquirido una visión muy distinta al respecto de la relación alimentación/salud. 

La gran pega de todo esto es a la hora de salir a comer fuera. Ahora están cambiando mucho las cosas y cada vez hay más opciones, pero aún así está costando. Como decía al principio, el problema es que el gluten está en todas partes. A la vuelta de la esquina y debajo de las piedras. A pesar de que, hablo de los países más desarrollados en este punto, disponemos de multitud de alimentos distintos, el trigo se impone por encima de cualquier cosa.

Una persona que sigue una dieta "normal", y pasa de cualquier nuevo tipo de alimentación que aparezca por arte de magia, pensará que es una mierda que el trigo esté tan extendido si le diagnostican celiaquía. Es casi como si te amputaran varios miembros del cuerpo.

Desayunas, comes, meriendas y cenas cereales con gluten. Basas un porcentaje muy alto de tu comida en ellos, ya sea como producto principal o como base. ¿Realmente es necesario tanto? Pues no lo sé, allá cada uno con su alimentación, pero me gustaría dejar la reflexión en el aire. 

Este texto no pretende que dejéis de comer todo eso, pero sí que os paréis a pensar en algo: si un día os diagnostican celiaquía, ¿cuál sería vuestra reacción? En el caso de Carlos fue un alivio, una confirmación de sus sospechas. Como decía al principio, él ya estaba mentalizado y aún así fue duro. Por mucho que reduzcas o dejes de comer ciertas cosas, en este caso no se puede decir por un poco no pasa nada

Las veces que ha sufrido la contaminación cruzada en los restaurantes lo ha pasado bastante mal. No solo por los síntomas físicos que eso conlleva, sino por perder la confianza de ese local para ir a comer allí ya que escasean las opciones.

Si comes junto a gente que no tiene la información completa respecto al problema pareces un agente secreto revisando todo al milímetro. La verdad es que no es agradable tener esa tensión mientras uno come. Las emociones influyen mucho en el proceso digestivo. 

Hace unos años la celiaquía era casi una leyenda. Actualmente se ha convertido en algo muy real. Seguro que conocéis a alguien que la padece (y los que no lo saben). Considero muy necesario un mayor conocimiento del tema para una mejor convivencia. 

Lo que más me inquieta son los restaurantes/bares/cafeterías que tienen opciones sin gluten y no lo indican por ninguna parte. Te enteras por el boca a boca, cotilleas el lugar por internet y no ves ningún indicio de ello. Incluso llegas al local y tampoco. 

Si os encontráis en la situación de que sois o vais a comer con alguien que sea celíaco, buscad información en grupos o asociaciones. Nosotros de lo que nos fiamos más es de la opinión de otros celíacos que han ido a un sitio y no han sufrido intoxicación. Pero sí, se agradecería que ya que están visibles por internet, los distintos locales dejasen constancia de si tienen opciones.

Consejo final si te diagnostican celiaquía: no te vuelvas loco con la sección sin gluten del supermercado. De esto ya hablé en uno de los podcast pero creo que es muy necesario comentarlo. Entiendo que si consumes ciertos tipos de platos te resulte difícil el cambio, pero casi todo es literalmente comida basura. Se puede comer sin gluten sin tener que recurrir a todo ello.

Que una cosa está clara, en este punto tienes los intestinos hechos polvo. Por mucho que te quites el gluten, que es lo que te hace más daño, necesitas recuperar ese entorno. Eso no lo vas a conseguir si sigues comiendo cosas que lo irritan, tienes una vida estresante o te hinchas a medicamentos por cualquier cosa.

Evidentemente notarás mejoría, incluso en algunos casos cuesta ese salto, pero de verdad que recomiendo una reflexión respecto a ese tema. Imaginaros el caso siguiente: tienes una pulsera puesta que te va quemando el brazo lentamente. Te la quitas, y por tanto, ya no sufres ese daño. ¿Acaso no debe la herida recuperarse antes de poder llevar otra pulsera? Si lo haces, te va a doler. No tanto como ese quemazón constante, está claro, pero sí habrá daño igual.

Se nota en mis palabras la evolución y todo lo que he aprendido al respecto en estos años. Me produce una sensación maravillosa el entender cómo funciona nuestro cuerpo y lo importantes que son todos los procesos que se realizan en él. Muchos de ellos están muy infravalorados, como es el caso del sistema digestivo.

Si os fascina el tema, mi actual lectura es un libro muy interesante. Cuando lo termine haré reseña juntamente al de Sin trigo, gracias. El que comento es La digestión es la cuestión de Giulia Enders.

Además, en noviembre empezaré a estudiar más a fondo temas de salud y alimentación. Tengo unas ganas tremendas. Sé que será duro porque no tengo una formación concreta en esas ramas, pero la motivación es enorme. Principalmente lo hago por mí, pero también me interesa para poder hablar con propiedad de ciertos asuntos.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Intoxicación y falsos paliativos

septiembre 02, 2016 2 Comments

Transcribo la historia yo, Lansy, pero lo que voy a contar es algo que le ha sucedido a Carlos como celíaco. Además, a raíz de ello ha surgido una cuestión que me encantaría debatir para ver qué pensáis vosotros al respecto. 

Resulta que hoy llevaron al trabajo maíz frito, de ese que compras a peso en la tienda. Como había superado con éxito las vacaciones sin intoxicarse, a pesar de convivir rodeados de gluten, se motivó y comió. Craso error.

Sufrió una intoxicación, totalmente lógica. Todo el día hecho mierda. Yo le eché la bronca, como os podéis imaginar, porque era de cajón. Unos frutos secos a peso no son nada seguros para un celíaco.

A raíz de eso un compañero de trabajo le ha comentado al respecto de la pastilla para celíacos, para paliar los síntomas de la contaminación cruzada. La respuesta de Carlos ha sido muy sensata: "No, no me interesa. Eso es como si tienes diarrea y te tomas algo para cortarla. El cuerpo está intentando eliminar algo que le está haciendo daño. Si frenas ese proceso, eso seguirá ahí más tiempo haciéndote daño."

Pues igual con el gluten. Te intoxicas y te tomas algo para aliviar los síntomas, pero tienes dentro el puñetero haciéndote de todo. ¿No os suena de nada eso? Básicamente la mayoría de medicamentos sirven para ello. Cuando fui por primera vez al dermatólogo por los eccemas, me recetó una pomada. Me los curó y al cabo de unos días me remitían de nuevo. Muy simple: el eccema es un síntoma, no un problema en sí. Pues así con muchas cosas.

El otro día comí yo en un restaurante sin tener mucho en cuenta mi situación actual. Así acabé luego, con distintos síntomas horribles. "Tómate X medicamento" me dijeron y mi respuesta fue: "¿Y no es más lógico no comer las cosas que sabes que luego te provocan algún malestar?".

En mi caso lo hice sí, pero quiero sentir esos síntomas. El cuerpo está comunicando un mensaje y éste debe ser escuchado, no paliado con una serie de medicamentos y que sea ya todo felicidad absoluta, porque eso es engañarse a uno mismo. 

Cada uno es libre de hacer con su vida lo que quiera, no pretendo imponer nada, pero sí reflexionar sobre ello. Esto puede conllevar a tapar enfermedades que deberían ser tratadas y lo único que hacemos así es empeorarlas. Seguimos machacando al cuerpo de todas formas aunque nosotros no lo notemos.

Por si no queda claro, no estoy en contra de los medicamentos, pero no me gusta la idea de los que sirven para ese fin. Es cierto que algunos son necesarios porque las circunstancias no se pueden evitar, y así se sobrelleva mejor el asunto, pero se está abusando mucho de los menos necesarios realmente.

Debemos conocer cómo funciona nuestro cuerpo, el porqué reacciona a ciertos alimentos o situaciones, y lo más importante: no te compares con otra persona. Cada cuerpo es un mundo pero eso no significa que no tengamos cosas en común, como es evidente. 

Algo que veo mucho y no me gusta nada es el culto a las dietas solamente por mera cuestión estética, como único objetivo adelgazar. Yo en estos años he aprendido a mirar la alimentación como algo que nutre a mi cuerpo y que no debe ser perjudicial para él. Perdí unos cuantos kilos sí, pero eso vino sin buscarlo. 

Leo y escucho verdaderas barbaridades que hace la gente para reducir de peso. Comer los 3 mismos ingredientes durante varias semanas, una vez conseguido el objetivo volver a comer como antes y recuperar los kilos perdidos. No me parece una actitud lógica la de privar al cuerpo de los nutrientes necesarios solo por reducir la talla de ropa. 

Yo, dentro de mi locura (seguro que mucha gente piensa de mí lo peor por mis ideas sobre estos temas), tenía un concepto claro en mi cabeza cuando estaba en un peso superior: "Nunca voy a dejar de comer para adelgazar". Y así fue, es más, comía más cantidad y adelgacé. El punto está en qué comes. Repito: no niegues a tu cuerpo de una variedad sensata de nutrientes dentro de tus posibilidades. Esto último lo digo por mí, que mi alimentación es reducida en número de alimentos pero seguro que como más variado y denso nutricionalmente que otras personas. 

He terminado desvariando un poco del tema principal pero creo que va todo muy relacionado. La alimentación es demasiado importante como para dejarla solo en el plano de la visión estética. 

sábado, 7 de mayo de 2016

Ir al cine y poder comer algo

mayo 07, 2016 6 Comments

El miércoles nos fuimos al cine a ver Capitán América: Civil War (es increíble, por cierto) y en cuestión de alimentación conseguimos un nuevo logro: encontramos un sitio en el que puedo comer algo de manera sencilla

Me refiero con eso a que hay una carta, tienes opciones y al preguntar te dan libertad de ingredientes. Por supuesto era la específica sin gluten, que aquí vamos los dos en pack. 

En principio no pensábamos comer nada antes de entrar en el cine pero surgió la oportunidad, por tiempo y por disponibilidad de mesas en un restaurante al que no habíamos ido antes. Siempre está a tope y como es bastante nombrado por la comunidad celíaca de la ciudad, pues había que probar.

En la carta sin gluten había distintos ingredientes para formar un bocadillo o un plato. Ya ahí empezamos bien porque por lo general siempre son bocadillos. Que oye, si es comida para llevar el bocadillo es un elemento interesante, pero lo bueno está en su relleno. Respeto a quién le guste pero basta de la omnipresencia. Hay vida más allá del pan.


Total, en las carnes seleccioné pechuga y vi que ponía ensaladas. Entonces le pregunté qué ingredientes llevaban. Respuesta: "Lo que quieras". Por favor, un monumento ya. Esta vez me fui a lo fácil y le dije lechuga pero para otra ocasión quiero preguntarle qué más se puede. 

Teníamos prisa y tampoco era plan de estar un rato ahí charlando. Lo malo del resto de ingredientes de las ensaladas es que suele ser comida en conserva, con vinagre entre otras cosas. Todo eso para mí es muerte y destrucción, de ahí la elección de la lechuga. 

A Alca le apetecía un bocadillo (señor, llévame ya) de bacon con queso. Ahora os enseño las fotos de los platos para que veáis la diferencia. El plato de la izquierda es el mío, ya había empezado a devorarlo, y el bocadillo de arriba a la derecha es el suyo. El otro pan imagino que sería para mí (digo yo, que bocadillo y más pan es un poco loco) pero se lo comió él.


3 pechugas de pollo y ensalada 4€
Bocadillo escuchimizado de bacon y queso 4,5€

Él se llenó básicamente porque el otro pan era más espeso que un puré de sesos, pero vamos, yo aunque pudiese me quedo con mi plato. Por lo menos dice que estaba muy bueno. Realmente la que está despotricando soy yo, que él no se quejó. 

Ahora viene lo bueno: esto no fue todo lo que comimos. Ya en el propio cine cada uno cogió su bolsa correspondiente.



Os podéis imaginar lo que se comió cada uno. Sí, la bolsa entera. Evidentemente llegamos a casa y no cenamos, tomamos una infusión, a parte de que ya era bastante tarde. 

En esta ocasión fue en el cine, a oscuras, pero imaginaros la escena de comer estos snacks por la calle. Yo con una bolsa de ensalada comiendo como si fuesen patatas. La gente me mira, claro, pero me da igual. Aunque últimamente no me está gustando tanto. Antes estaba la escarola más crujiente y rica; ahora me sabe peor. 

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